miércoles, 3 de septiembre de 2014

CERA DE ABEJA

Hola apilectores:

Hoy os voy a explicar como procesar la cera de abeja de los opérculos que podéis recoger cuando castráis las colmenas. Los beneficios de la cera son muy numerosos y la industria cosmética la usa mucho, pero hoy vamos a ver como procesarla para más tarde aprovecharla para hacer un cacao para los labios o una crema hidratante casera.

Con el cuchillo de desopercular habéis quitado esa capita de cera de los cuadros antes de meterlos en el extractor de miel. Es esa cera la que vamos a procesar y nos interesa con fines cosméticos, porque es la que tiene una mayor calidad y menor concentración de productos químicos que se hayan podido transmitir a la cera. Por esta razón, os aconsejo que si no tenéis colmenas propias, tratéis de conseguir este tipo de cera a través de un apicultor, ya que es la única manera de asegurarte de que es cera de opérculo. La cera que se comercializa no siempre tiene esta calidad.

Vamos a necesitar una cacerola vieja que usaremos únicamente para este proceso. La cacerola la vamos a llenar de agua más o menos por la mitad, no hace falta mucha cantidad. Vamos a calentar el agua sobre unos 60º grados para que al añadir la cera no pierda sus propiedades.


Poco a poco vamos añadiendo la cera y removiendo con un palo de madera para ayudar a que se funda bien.



 Una vez bien fundida la cera, dejaremos reposar para que se enfríe poco a poco. Las impurezas irán decantándose y separándose de la cera.


Una vez que se enfría la mezcla, la cera quedará flotando en el agua en forma de bloque, con las impurezas en la cara inferior. Ya sólo queda raspar estas impurezas y guardar la cera para posteriores usos.


Si es necesario, se puede repetir el proceso o filtrar la cera una vez derretida al baño maría. Recordad que es muy importante no calentar en exceso la cera para que no pierda sus propiedades.
El agua sobrante se puede usar para hacer jabones, no lo tiréis. De nuestras amigas las abejas lo aprovechamos todo.